El alimento consumido por tus gallinas entra por el pico y, con la ayuda de la lengua, baja a través del esófago hasta el buche, donde se humedece y se ablanda. Del buche pasa al estómago (proventrículo), lugar en el que se inicia la digestión, añadiéndole el ácido y las enzimas digestivas. Seguidamente llega a la molleja, donde es triturado. A continuación el bolo alimenticio continúa hasta el intestino delgado; allí se termina de digerir y se absorben los nutrientes que pasan a la sangre y se distribuyen por el organismo. Del intestino delgado llega al grueso, sonde se absorbe el agua, eliminándose el sobrante a través de la cloaca como excremento.
Tu gallina no tiene dientes en el pico, por lo que no es capaz de masticar el grano que, como ya se ha dicho, será triturado en la molleja. Si tu gallina está libre, en su picoteo por el campo comerá piedrecillas que almacenará en la molleja para utilizarlas como “molino” con el que triturará el grano. Las gallinas que no están libres o que en su espacio de paseo no disponen de este tipo de piedras no pueden triturar el grano, por lo que deberá de suministrárseles la comida ya triturada (cascada); esto también ocurre a veces en gallinas que han nacido y vivido sus primeros meses en hacinamiento y que, aunque dispongan de gravilla, no saben utilizarla.
En ocasiones, a última hora del día, podrás notar que tu gallina tiene un bulto en la parte delantera del pecho. No te preocupes, no se trata de ninguna enfermedad, es el buche que está lleno por toda la comida consumida; ya verás cómo a la mañana siguiente está todo normal. Y es que el proceso que he descrito anteriormente no es tan rápido como parece.
En ocasiones, a última hora del día, podrás notar que tu gallina tiene un bulto en la parte delantera del pecho. No te preocupes, no se trata de ninguna enfermedad, es el buche que está lleno por toda la comida consumida; ya verás cómo a la mañana siguiente está todo normal. Y es que el proceso que he descrito anteriormente no es tan rápido como parece.