martes, 31 de mayo de 2011

DENTRO DEL GALLINERO (II): LOS NIDOS.

La gallina también necesita un nido donde poner sus huevos. No es necesario que el nido esté en el interior del gallinero, pero sí es aconsejable ya que, de este modo, los huevos quedan más protegidos de sus posibles enemigos (como el perro).
Los nidos deben ser cómodos y lo suficientemente oscuros como para que la gallina los considere seguros (dentro del gallinero ya suele haber oscuridad suficiente).
Las gallinas comienzan a poner cuando tienen alrededor de 18 semanas, por lo que los nidos deben instalarse cuando la gallina tiene alrededor de 16 semanas, para dar un margen de error y para que se acostumbren a su presencia. De esta forma se acostumbrarán a utilizarlos desde el mismo momento en que empiecen a poner.
Existen dos tipos de nidos:
·         Nidos comunales: Pueden ser utilizados por varias gallinas simultáneamente. Un nido comunal de 2 m2 puede servir para 100 gallinas.
·         Nidos individuales: Un nido de 20 cm. de largo, 30 cm. de ancho y 30 cm. de alto puede servir para 4 o 5 gallinas, teniendo en cuenta que éstas esperan su turno para poner el huevo. Estos nidos, a su vez, pueden ser:
ü     Nidos horizontales: cada nido se coloca en el suelo al lado del otro.
ü     Nidos en batería: existen como mínimo dos filas de nidos, una encima de la otra en forma de estantería.
Los nidos deben rellenarse de paja, virutas de madera sin polvo o, incluso, papel de periódico troceado de manera que haga un lecho para poner. A este lecho se le llama la “cama”. No se recomienda usar heno para la cama ya que podría cultivar hongos.
Es necesario mantener siempre limpios los nidos.
Lo más sencillo es hacer nidos individuales horizontales, para lo que puede usarse un cajón de fruta en el que se ponga la cama. Yo los hice con 2 bloques de hormigón haciendo “L” en una esquina del gallinero. Tengo 7 gallinas, por lo que hice 2 nidos seguidos, pero mis gallinas decidieron utilizar sólo uno y se turnan para poner todas en él ¡en fin! así son los animales.

Uno de mis nidos y el comienzo del siguiente

Los nidos deben colocarse de tal modo que queden separados de las perchas o dormideros, para que las heces que hacen las gallinas por la noche no caigan sobre ellos.

domingo, 29 de mayo de 2011

DENTRO DEL GALLINERO (I): LAS PERCHAS, DORMIDEROS O POSADEROS.

La gallina es un ave y, como tal, su naturaleza le pide dormir en una rama, a la par que las garras de sus patas están preparadas para ello. Como tu gallinero es un lugar de dimensiones limitadas, en lugar de las ramas colocaremos una serie de listones para cumplir su misma función. A estos listones les llamamos perchas, dormideros o posaderos.
Los listones que utilicemos deben ser redondos o, si son de sección cuadrada, debemos redondear las aristas con un cepillo de carpintero.
Las perchas podrían colocarse de cualquier modo, siempre que se tenga en cuenta que las heces de las gallinas (que indudablemente harán por la noche) no caigan sobre otros lugares de interés del gallinero, tales como el comedero, el bebedero o los nidos; por ello, generalmente se colocan de tres formas principales:
1.      En caballete.
2.      En escalera.
3.      En parrilla.
Las perchas están en caballete cuando colocamos los listones paralelos y a la misma altura, bien sujetos a las paredes del gallinero, o bien al suelo mediante una patas.

Perchas en caballete

Las perchas en escalera suponen colocar los listones paralelos y cada uno más elevado que el anterior.

Perchas en escalera

Las perchas en parrilla consisten en colchar listones horizontales paralelos entre sí y unidos por otros listones también paralelos entre sí y perpendiculares a los primeros (haciendo una especie de cuadrícula).

Perchas en parrilla elevadas con listón
para subir

Se puede colocar las perchas a cierta altura del suelo pero, si las pones a más de 1 metro de altura, es bueno que coloques un listón inclinado que vaya desde las perchas hasta el suelo, para que las gallinas puedan subir por él.
Ya hemos colocado las perchas. Ahora tus gallinas ya pueden dormir cómodamente.

jueves, 26 de mayo de 2011

EL GALLINERO

Un gallinero debe construirse de tal modo que las gallinas estén a gusto en él. Además debe ser fácil de limpiar, tener una ventilación adecuada, estar bien iluminado y no ser excesivamente frío en invierno.
Para ello puede utilizarse cualquier material, pero debe tenerse en cuenta lo siguiente:
·         Cuanto más grietas y poros tenga el material que utilices, más fácil es que aniden allí determinados parásitos, como el pulgón.
·         Si tiene agujeros de suficiente tamaño pueden entrarte roedores (especialmente ratones) que, aparte del problema higiénico que suponen, se comerán la comida de tus gallinas (les encanta).
·         Si el material no ofrece la suficiente resistencia pueden lograr entrar los depredadores (como el zorro) y hacer festín y despensa con tus gallinas. Debemos saber que un único zorro es capaz de vaciar un gallinero normal en una noche.
Las dimensiones del gallinero son muy variables, dependiendo del tipo de gallina y de la cantidad de éstas. Además debemos de tener en cuenta que éste es únicamente el lugar donde duermen y donde ponen huevos las gallinas, ya que a mayor parte del día estarán por el campo. Si queremos tener 10 gallinas, por ejemplo, un gallinero de 1,5 x 2,5 metros con una altura de 2 metros en la parte más baja y de 2,5 en la más alta, será suficiente.

Un gallinero como este puede ser bonito y
fácil de construir

La gallina es un ave, por lo que le resultará incómodo un suelo excesivamente duro. Tu suelo puede ser de tierra o ponerle listones de madera.
Si es posible debemos orientar el gallinero de tal modo que reciba el sol lo más posible y que quede resguardado de los vientos dominantes o más fuertes de la zona.
Ponle a tu gallinero una ventana orientada de tal modo que, cuando dé el sol, sus rayos penetre lo más al fondo posible. El sol da luz, alegría y salud. Esta ventana debe poder abrirse en verano para reducir el calor y en cualquier otra época para airear mejor el gallinero.
Teniendo en cuenta todo esto, yo construí mi gallinero echando una placa de hormigón. Encima de ella hice el gallinero de bloques de hormigón. Para hacer el tejado coloqué unas viguetas de madera y, encima de ellas, Uralita (de la moderna, no de la que tiene amianto). En la parte más alta del tejado, los huecos que hace la Uralita por su ondulación los dejé abiertos, de tal forma que sirviesen como huecos de ventilación (en la parte baja los tapé son espuma expansiva) y les puse unos trozos de malla de huecos de 1 cm2 para intentar evitar la entrada de roedores. El gallinero tiene una puerta de 2 x 1 m y una ventana de 0,5 x 0,5 m a la que clavé exteriormente una malla para poder tenerla abierta y que no entren ni roedores ni el zorro. Todo el suelo lo he cubierto de una buena capa de tierra para que las gallinas estén cómodas y puedan escarbar si quieren, aunque esto me exige cambiar la tierra cada cierto tiempo. Además he tenido que hacerle dos agujeros de desagüe en la parte baja para poder limpiarlo bien.
También puedes hacer el gallinero de madera pero asegúrate de que se trata de madera que resista la intemperie.
Si no pones un suelo (hormigón, madera o similar), ponle a las paredes una zapata o bordea el gallinero de una valla con zapata, pues el zorro escarba la tierra para intentar entrar.

EL DESTINO DE LAS GALLINAS COMERCIALES

Las gallinas criadas en cautividad normalmente nacen en una granja de explotación intensiva donde los huevos son incubados en incubadoras industriales.
En cuanto los pollos tienen cierto tamaño se les encierra en jaulas donde permanecerán toda su vida que, si son machos, suele ser muy corta (van muy pronto al frigorífico del supermercado). En estas jaulas, de dimensiones reducidas, se hacinan de cuatro a seis aves de tal modo que cada una de ellas dispone de un espacio medio inferior a una hoja DIN A4.

Este es el espacio que compartirían 4 gallinas

Como la vida en estas jaulas es muy estresante, las gallinas se pisan y se pelean entre ellas, arrancándose las plumas y picándose unas a otras hasta producirse heridas. Para que esto no resulte excesivamente grave, a las gallinas se les corta el pico lo que, además de ser una operación muy dolorosa, a veces les produce dificultades para comer y, sobre todo, para beber.
Durante su vida “útil” nuestras gallinas permanecerán en condiciones de luz y temperatura controladas de tal modo que se garantice que esa gallina pone un huevo todos los días e, incluso, más (algunas llegan a poner dos).
Para evitar las infecciones lógicas derivadas de la superpoblación en la que viven, se les añaden sustancias químicas en el agua que beben.
Las condiciones de vida resultan tan duras que las gallinas que viven en granjas de este tipo raramente viven más de 2 años cuando de forma natural vivirían de 3 a 4 años.
Pero algunas gallinas pueden escapar a este destino, como ocurrió con las mías. Yo se las compré a uno de esos comerciantes que las venden en tiendas de piensos y similares cerca de muchos de nuestros pueblos y ahora mis gallinas viven felices, libres y sanas.
Pero… ¿obtengo yo algún beneficio de todo esto? Pues sí: aparte del indudable cariño que me tienen mis gallinas (son mi mejor mascota) como unos huevos extraordinarios con un sabor que jamás tendrán los que se venden en el supermercado.
Así pues ¿te animas?